México declaró emergencia epidemiológica por diabetes, una enfermedad que provocó 98.450 muertes en 2015, así como por sobrepeso y obesidad, con el objetivo de desacelerar el ritmo de crecimiento de estos padecimientos.

"Es la primera vez en la historia del país que se hace una declaración de emergencia epidemiológica para una enfermedad crónica, normalmente se usan para enfermedades infecciosas", explicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Pablo Kuri, en el Día Mundial de la Diabetes.

Además de la diabetes, hay declaratoria de emergencia por sobrepeso y obesidad, que afectan al 71,3 % de la población adulta y al 34 % de niños, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012.

Las cifras oficiales arrojan que en 2015 hubo un total de 98.450 muertos en la nación latinoamericana a causa de la diabetes, una cifra sustancialmente superior a los 82.901 casos registrados en el 2010.

El Gobierno está "preocupado" por esta situación y la declaratoria de emergencia es un llamado para se tomen "acciones extraordinarias" y se refuercen las ya existentes, indicó.

A pesar del recorte presupuestario aprobado recientemente para el 2017, Kuri resaltó que no afectará en la partida que destina la Secretaría de Salud a la diabetes, actualmente de unos 1.300 millones de pesos (unos 62 millones de dólares) anuales.

La situación es tan grave que no se trata de "eliminar la diabetes o el sobrepeso", sino de "desacelerar el incremento" de estas enfermedades.

Para ello, es fundamental la detección temprana y el continuo control de los enfermos.

Según datos del 2012, el 9,2 % de la población adulta, unos 7,2 millones de personas, padecía diabetes en México, y solo el 25 % tenía un adecuado control metabólico.

La emergencia abre la puerta a "acciones concretas" para combatir este fenómeno y apuntalar las medidas contempladas en la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Diabetes y la Obesidad.

Entre estas metas está la de capacitar adecuadamente al personal de salud -unos 6.000 médicos de primer nivel-, garantizar las pruebas de detección y control y ampliar el control metabólico hasta el 35 % o 40 %.

Como prueba del énfasis gubernamental en esta materia, el subsecretario habló del Índice de la Calidad de la Atención del Paciente Diabético, que consiste en una serie de encuestas y programas para conocer la satisfacción del paciente.

El gasto público para hacer frente a la diabetes es de dimensiones estratosféricas, toda vez conlleva ciertas comorbilidades, como la obesidad o los problemas de tensión arterial.

Según un informe del pasado año del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el sobrepeso y la obesidad costó, solo en gastos atribuibles directamente a la diabetes, más de 85.000 millones de pesos (unos 4.057 millones de dólares).

Esto equivalió a entre el 73 y el 87 % del gasto programable en salud, de acuerdo con la institución.

"Conocemos el estudio del IMCO y nuestra unidad de análisis económica ha hecho estudios e incluso encuentra cifras mayores a las del IMCO", apuntó hoy el subsecretario.

Por último, valoró positivamente el impuesto a las bebidas azucaradas implantado en 2014 y que redujo, en el primer año, un 6 % el consumo.

Sobre las empresas de bebidas azucaradas, dijo que son "parte del problema, y tienen que ser también parte de la solución".

El subsecretario concluyó la rueda de prensa con una contundente analogía: el número de muertos por diabetes al año equivaldría a un avión estrellado con más de 250 pasajeros al día, o como si un ataque acabara con todos los asistentes a un evento en el Estadio Azteca de la capital.